El día de hoy va dedicado a Hiroshima y Miyajima.
Por la mañana, antes de nada, nos dirigimos hacia el Castillo de Hiroshima, lugar con el que me había quedado con las ganas en mi anterior viaje. El paseo hasta el castillo ha venido acompañado del descubrimiento de un templo precioso, donde hemos aprovechado la ocasión de comprar mamoris. Alejado del centro de la ciudad, hacen de él un lugar muy tranquilo. Además, el castillo es precioso y conserva su encanto en el interior, ofreciendo unas preciosas vistas de la ciudad.
A continuación, nos hemos dirigido hacia el Parque Conmemorativo de la Paz, centrándonos en la Cúpula de la Bomba Atómica. Después, hemos ido directamente hacia el Museo Conmemorativo de la Paz (no sin antes ser detenidas por dos mujeres testigos de Jehová). Una vez dentro del museo hemos alquilado la Audio guía, la cual ha sido de gran ayuda y ha resultado muy interesante. Esta vez he podido comprar varios libros relacionados con la temática del museo.
Antes de dirigirnos hacia el ferry que nos llevaría a Miyajima, hemos comprado el takoyaki más bueno de todos los que habíamos comido. Para llegar a Miyajima hemos tardado aproximadamente unos 10 minutos.
Una vez allí nos ha sorprendido encontrar ciervos domésticos. Pensábamos que solamente estarían en Nara, la verdad. Hemos decidido visitar un solo lugar para poder pasear con más tranquilidad y comprar en las tiendas.
Una vez hemos llegado a Itsukushima-jinja, hemos paseado con rapidez por el lugar ya que teníamos que volver temprano para no perder el tren.
Y, una vez hemos regresado a Ôsaka, nos hemos quedado sin comer okonomiyaki porque en poco rato salía el último tren que nos podía llevar a casa. Una lástima, la verdad.
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