Día en Asakusa, Ueno y Akihabara

El día del Obon (15 de Agosto) es el día de los difuntos en Japón. En esta fiesta tradicional las familias se reúnen para dar tributo y recordar a las personas muertas (sería como nuestra festividad de Todos los Santos el 1 de Noviembre). Nosotras pensábamos que estaría todo cerrado o que habría muy poca gente. Pero no fue así. Cada lugar que visitábamos estaba lleno de gente.

Nuestro primer destino fue el templo Sensôji, situado al lado de nuestro hotel, en Asakusa. Nos pareció precioso, aunque la entrada principal del templo estaba en obras (algo extraño teniendo en cuenta que durante esta época es cuando más turistas hay...). A la vuelta compramos recuerdos en las tiendas que se encuentran en el camino para ir hacia el templo.

Detrás de nuestro hotel hay tiendas donde venden figuras de plástico de comida, los cuales se usan normalmente en los restaurantes. Desgraciadamente, muchas tiendas estaban cerradas, pero hemos entrado en algunas decididas a comprar un takoyaki de plástico. Pero nuestra sorpresa ha empezado al ver los precios disparatados y hemos desistido.

A continuación, nos hemos dirigido hacia Ueno. Nuestro primer lugar de visita ha sido el parque Ueno, donde se encuentra la estatua del samurai Saigo Takamori paseando a su perro. Este lugar nos interesaba porque Domyouji y Makino (Hana Yori Dango) es donde quedan para ir al zoo de Ueno.

Una vez visto y hechas las fotos, nos hemos ido a pasear por el parque de Ueno. Al final, hemos llegado a un lago donde podías alquilar unos botes con forma de cisne. Para mi alegría, nos tocó uno de color rosa. Durante media hora Jud estuvo pedaleando dándolo todo, mientras yo estaba la mar de feliz y tranquila. El paseo me ha encantado y me ha resultado muy romántico.

Una vez hemos salido de los botes, nos hemos topado con un puesto de takoyaki. Para dar honor al nombre de nuestro blog (Viaje por un takoyaki), hemos aprovechado la ocasión para probarlos. Además, nos hemos comprado una Coca-cola enorme y nos hemos sentado en el suelo a comer.

Por la tarde hemos decidido ir a Akihabara para comprar artbooks. Para nuestra desgracia, estaba todo lleno de gente. De todas maneras, hemos estado hasta las 19 dando vueltas y comprando.

Finalmente, a las 19 hemos quedado con Yuki Harumoto, una amiga de un amigo japonés que me ha presentado. Ella tenía muchas ganas de quedar con nosotras para practicar su español, lo cual ha sido una gozada tener a alguien con quien hablar. Nos ha invitado a okonomiyaki y después nos ha llevado a una cafetería. ¡Ha sido muy agradable conocerla y hablar con ella!