domingo, 19 de febrero de 2017

Destino: Ise (Mie)

El día empezó tan caótico como todos los días que me voy de casa. Seamos realistas: no lo tenía todo tan bien organizado como creía. Me levanté a las 5 de la mañana (había dormido en total 3 horas) para ducharme y terminar de meter las últimas cosas en la maleta, dándome cuenta de algo que me temía: no iba a tener espacio para todo lo que quería comprar.


La compañía con la que realicé el viaje fue Lufthansa, haciendo una pequeña parada de 1 hora aproximadamente en el ENORME aeropuerto de Frankfurt. Yo creía que allí nos íbamos a encontrar todos los europeos para empezar a conocernos, pero no fue así. Más tarde me dijeron que se habían fijado en mí gracias a mi maleta de viaje de gatos. Ambos viajes fueron fríos y no pude evitar pasar un poco de hambre. El que nos llevaba de Frankfurt a Nagoya solamente nos dieron la comida y el desayuno, ignorando la merienda y la cena. Un desastre, la verdad.

 

A nuestra llegada al aeropuerto de Nagoya nos esperaba Tamada-san con una botella de agua y un bocadillo de atún con mayonesa para cada uno. Además, como teníamos que esperar a las personas que viajaban con Finnair y al alumno de Akita, nos invitó a un café en Subway. En total vamos a ser 14 participantes: 13 europeos (yo soy la única española) y 1 americana.

Cuando ya estábamos todos, nos dirigimos hacia el ferry que nos llevaría a... ¿Ise? ¡Casi! Después teníamos que coger el autobús de la propia universidad que sí nos llevaría a la residencia estudiantil, donde íbamos a vivir durante 3 semanas. Pero nos esperaba un viaje de 1:30 en ferry y 1 hora en autobús.

 


Cuando llegamos a la residencia nos presentaron a los dos alumnos japoneses miembros del staff que nos ayudarían en todo: Yu (a las chicas) y Kirita (a los chicos). Nos dieron la tarde libre hasta las 17:40 para poder dormir y no ducharnos (las duchas tienen un estupendo horario por la tarde de 18 a 22.30). Subí las dos maletas a mi habitación 561 en la quinta planta donde casi me da algo porque no hay ascensor. Por suerte, a las chicas no nos toca compartir habitación, con lo cual tenemos el doble de espacio. También tenemos una pequeña nevera, Internet y aire acondicionado.

habitación "ordenada"
Yo tenía en mente ir comprar champú y Calpis e irme a buscar unos baños termales para darme un merecido baño, pero acabé tan cansada que no tuve fuerzas después de ir a comprar a Aeon. Además, nos prometieron que acabaríamos temprano, con lo cual sí que nos podríamos asear después.


Para cenar fuimos a un restaurante especializado en Udon. Yo ya me veía cenando a disgusto porque no soy muy aficionada al ramen y al udon, pero encontré un menú de tonkatsu que me salvó la noche. ¡Estaba buenísimo! Toda a comida que nos dieron tenía una pinta deliciosa.

Cuando volvimos a la residencia, decidí que me iba a duchar porque ya no podía más. Aquí tenemos lavabo y cuarto de lavadora y secadora en todas las plantas y duchas compartidas en la primera planta, donde hay una pequeña bañera.

¡Mañana más y mejor!

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