martes, 28 de febrero de 2017

8º clase: Peregrinación + Excursiones

La clase de hoy iba sobre Camino a la Peregrinación en Ise y a ha realizado el profesor Okada Noboru. Se podría decir que sería algo similar a nuestro Camino de Santiago, donde todos los japoneses tienen que ir una vez en su vida al Santuario de Ise (Oise Mairi). Pero no solo eso, sino que ahora tenemos las facilidades de tren, coche o bicicleta. Y es que antiguamente te tenías que hacer todo el viaje caminando, lo cual es fácil si eres de los alrededores. Pero si eres de Nagasaki o Hakodate... la cosa cambia un poco.


Después de terminar las dos horas de clase, hemos a hacer una pequeña excursión por la ciudad. En esta excursión nos ha mostrado varios lugares donde conservan objetos históricos. Si caminases tan tranquilo seguramente no serías capaz de apreciar su valor histórico, ¿verdad? A mi me pasaría exactamente igual. Toda la ciudad está llena de estos pequeños pilares de piedra. 

 

Nuestra primera parada ha sido en una casa donde desde hace siglos realizan medicina natural. Nos han hablado de la estructura de la casa y hemos tenido el honor de poder entrar dentro.

 

Nuestra siguiente parada ha sido la fábrica de papel IseWashi. En este lugar fabrican de una forma muy cuidadosa papel de una calidad excelente. Nos han permitido entrar dentro y poder observar en primera persona todo el proceso. Es increíble el maravilloso olor a papel que había en su interior. Al salir, hemos podido hacer una pequeña parada en la tienda donde hemos podido comprar papel (yo he comprado con estampado de sakura, está claro).

 

Una vez terminamos con este museo, nos dirigimos hacia Asakichi Ryokan, uno de los lugares más bonitos que he podido visitar en Ise. Se trata de un hotel tradicional situado cerca de la carretera principal de Ise. Según nos han contado, aquí se han llegado a rodar películas ambientadas en el período Edo. En el interior de este ryokan hay una pequeña parte dedicada a un museo, además de una zona para hospedarte. ¡Atención con las cabezas! El techo es bastante bajo para personas altas (al ser una enana de 1.53m no he tenido ningún problema).

    

Y, ya para acabar, hemos ido al pequeño Museo Sangu. Uno de los responsables nos ha dado una pequeña explicación y nos ha invitado a visitar el lugar con calma, permitiéndonos hacer fotos. Un lugar muy acogedor, pequeño y lleno de historia.

   

Y eso es todo. Hemos decidido volver a la residencia porque estábamos agotados. Es imposible que visitamos algún otro lugar con estos horarios, pero no pasa nada porque las clases son muy interesantes y están mostrando mucho interés en enseñarnos las cosas más increíbles de Ise.

7º clase: Monte Asama y el templo Kôngôshi-ji

Después de tanto tiempo esperándolo... ¡tenemos desayuno en la cafetería de la residencia! Se acabaron las bolsas colosales de comida que me hacen plantearme dejar los estudios y ponerme a hacer un mercadillo en cualquier plazoleta. Voy a tener comida hasta el juicio final. Y la verdad es que se agradece mucho porque si tengo ganas de comer algo entre horas es genial.


La clase de hoy la ha realizado el profesor Kawano Satoshi y trataba sobre el Monte Asama y el templo Kongoshi. Ha empezado la clase realizado una introducción sobre las religiones que conviven en Japón, algo que sorprende a cualquiera teniendo en cuenta el currículum que existe en algunos países. En porcentajes aproximados el 55% de la población es sintoísta, el 35% es budista y el 3% práctica cristianismo (el sobrante forma parte de otras religiones).

El nombre de Asama (朝熊) es la fusión de los kanji de Mañana + Oso. ¿Por qué? No se sabe el motivo, quizás es porque antiguamente vivían osos por la zona. La verdad es que nos hemos pasado casi toda la visita preguntando si habían osos por los alrededores. El lugar se encuentra a 35 minutos en autobús y mide 2.568 metros de altura.  Es considerada una de las cien montañas más importantes de Japón.


Una vez terminamos la primera clase nos fuimos en autobús hacia el monte Asama donde nos esperaba uno de los responsables del templo para guiarnos. Para empezar, hemos visitado el museo, donde había piezas muy valiosas (estatua de Jizō Bosatsu del período Kamakura, espejos del período Heian, una katana de Minamoto Yoshimoto...).

 

A continuación, hemos visitado el templo Kongôshô-ji (金剛證寺), uno de los templos budistas más bonitos que he visto en toda mi vida. Fue fundado por el monje Kôbô Daishi (774-835) en el año 825 bajo la doctrina del zen Rinzai. Ésta se caracteriza por rendir culto tanto a Buda como a Amaterasu Ôkami.

Después de subir una escalinata y cruzar la puerta central (las cuales están vigiladas por dos demonios impresionantes) te encentras con la estampa más bonita que me he encontrado hasta ahora: un estanque y un pequeño puente rojo (Taikobashi). Lo más curioso es que justo delante del puente rojo hay un tori (símbolo sintoísta). A continuación, nos encontramos con otras escaleras que nos llevaron a la entrada del edificio principal. Fuimos muy afortunados y nos dejaron entrar dentro con la condición de no hacer fotos. 

       

Una vez terminamos de visitar el edificio principal, continuamos subiendo para visitar la zona que más respeto me causó: un camino lleno de tablas funerarias. Me ha llamado la atención las que tienen escrita el kanji de pescado (魚). La verdad es que causaba mucha impresión y respeto pasar por aquel lugar. Además, el frío no acompañó durante la visita, buscando desesperadamente zonas soleadas para darnos un poco de calor.

   

A pesar del frío que pasamos, el lugar nos pareció una auténtica maravilla, envuelto de naturaleza y en medio de la montaña. ¡Merece la pena visitarlo aunque te tengas que desviar un poco de la ciudad!


A la hora de comer nos hemos ido a un buffet libre donde yo no he podido comer mucho. Estaba tan nerviosa que no podía hablar y/o comer en condiciones. El pobre Tamada-san pensaba que me dolía la barriga (algo normal en mí), pero es que lo paso realmente mal cuando tengo que hablar en japonés.


Por la tarde, decidí ir por mi cuenta a Lala park a tomarme un frapuccino de sakura y comprarme un termo de sakura. ¡Me encanta haber podido venir en esta época para hacerme con estos productos!

sábado, 25 de febrero de 2017

6º clase: Excursiones varias

El desayuno colosal que nos ha traído hoy Tamada-san tiene buena pinta, ¿verdad? Pues no lo he probado... Estos días no tengo mucha hambre porque estoy muy nerviosa por todo lo que está ocurriendo y lo que va a ocurrir próximamente (presentación en 2 semanas).


A las 8.30 hemos quedado en la entrada de la Residencia con Tamada-san para coger un autobús que venía de parte del Ayuntamiento de Ise, junto a unos representantes de la Asociación de Turismo de Ise quienes nos han hecho de guía. También nos acompañaron tres voluntarios ancianos que tenían mucho interés por saber sobre nosotros y contarnos anécdotas. Me encanta que en Japón se apoyen estas iniciativas hacia la tercera edad.

Nuestra primera parada ha sido en la factoría Wakamatsuya, especialistas desde 1905 en hacer kamaboko. Para los que no lo sepan, kamaboko es una especie de pasta triturada de pescado cocido similar al surimi. Después de mostrarnos lo que teníamos que hacer, nos han dado la oportunidad de hacer nuestro propio kamaboko y poder llevarlo a la residencia para comerlo. Además, hemos podido hacer un pincho y comerlo en después de cocerlo. ¡No estaba mal! Después nos han dejado probar varios productos, los cuales no me he atrevido a probar porque no soy muy fan del pescado. Pero mis compañeros me han comentado que todo estaba buenísimo y se han atrevido a comprar varios productos.

    

Nuestro siguiente destino ha sido en Itsukinomiya, Hall for historical experience, un pequeño de museo ambientado en el periodo Heian donde tienen una gran colección de muñecas a 15 km de Ise. 

    

Además, puedes hacer origami y usar unos kimonos conocidos como jūnihitoe (12 capas) muy bonitos para hacerte foto y sentirte como del período Heian. ¡Me encantan estas cosas! Al tener el pelo oscuro me dijeron que parecía una auténtica cortesana de la época. ¡Y bien contenta que me puse!


A continuación, nos fuimos al restaurante que se encontraba justo delante del museo. La decoración del menú era espectacular y nos dijeron que estaba basado en los platos que comían durante la época Heian. ¿Verdad que se ve muy bonito? Lamentablemente, al tener tantos problema con la comida, no llegué a comerme ni la mitad. Eso sí, lo habían puesto de tal forma que tenías ganas de llevártelo a casa sin tocar ni un grano de arroz.

 

Después de comer, volvimos al autobús para dirigirnos al Museo Histórico Saiku, no sin antes tener la suerte de poder ver una representación en el Saioh Matsuri. El museo está dedicado a Saiku, lugar donde vivía la sacerdotisa (saioh) del Santuario de Ise, siendo ésta miembro de la familia imperial (normalmente es la hija del emperador). Primero hemos visto un video sobre la vida de la primera saioh, la princesa Ohku, hija del emperador Tenmu, durante el período Heian. Después hemos podido ver réplicas de los objetos y lugares de la residencia. Por supuesto, hemos aprovechado la ocasión para hacernos fotos.

 

 

Una vez terminamos de visitar el museo, fuimos hacia un yacimiento arquitectónico donde nos mostraron amablemente las huellas de uno de los edificios que formaba el Saiku. Después nos hemos dirigido hacia una maqueta en tamaño bastante grande para hacerte una idea de todo lo que ocupaba y de cómo era. I, finalmente, hemos ido a visitar los 3 edificios a tamaño real de las principales casas donde acostumbran a hacer actos informativos y teatro de noh.

 

Y para acabar el día, regresamos a la residencia, donde yo dormí una hora para descansar un poco. Por la tarde-noche quedé con mi querida Maru y su novio para ir a cenar shabushabu.