Hace unos días mi amiga Sara me comentó que unos amigos suyos venían a Japón. Para mí era una ocasión perfecta de ir a visitar lugares que quería volver a visitar. Así que nos agregamos al facebook y decidimos quedar para pasar el domingo juntos.
Nuestro lugar para quedar iba a ser la estación de Shinjuku, pero como es un lugar imposible para mí, decidimos vernos frente a la Estatua de Hachiko, en Shibuya. El problema es que, aunque yo iba con tiempo de sobras, me perdí en la Estación de Shibuya y tuve que usar el móvil para situarme, encontrándome con ellos (y muchos japoneses) en el punto de encuentro.
Después de hacernos la foto con la estatua de Hachiko, nos dirigimos caminando hacia Meiji Jingu. Me preocupaba que en el parque nos encontrásemos con el famoso mosquito denge, pero parece ser que no nos ha pasado nada (aparte de las picaduras de los mosquitos normales). A nuestra llegada, nos encontramos con 3 bodas tradicionales. ¡Las novias llevaban unos vestidos preciosos!
A continuación, nos dirigimos hacia el puente de Harajuku, donde esperaba encontrar algo más de vida. Nos encontramos con Yujiro Kasukabe, quien parece ser un ¿artista? japonés.
Después de comer, nos dirigimos a Kiddy Land, donde no pude evitar volver a comprar cosas de Kutsushita Nyanko (las pocas que quedan). Al ver en la entrada a Tamagochi, no pude evitar hacerme una foto con él.
En Takeshita Dori decidimos comprar una crepe (ellos) y un bubble tea (yo) de fresa y leche. Confieso que no me gustó mucho. Las bolitas no me gustaron mucho y me llegaron a hartar. ¡Menos mal que no compré una crepe también!
Por la noche, antes de ir a cenar, decidimos ir al Edificio Gubernamental que se encuentra cerca de la estación de Shinjuku. ¡Es un edificio impresionante! ¡Menudas vistas! Además, es totalmente gratuito. Me supo mal no ir durante el día porque esperaba ver la ciudad con todo su esplendor, pero por la noche se veían los edificios iluminados.
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