Día en Kamakura

Hoy he pasado un día fantástico con mi amiga Mai, quien me ha llevado a visitar una parte de Kamakura. Yo ya había ido hace un par de años con mi Jude, pero me apetecía mucho ver el Gran Buda (Daibutsu, 大仏) otra vez.

Nuestra aventura empezó en Fujisawa, donde tardé más de lo que creía en llegar. Compramos un billete que nos llevó primero a Kôtoku-in (高徳院), templo donde se encuentra el Gran Buda (Daibutsu, 大仏). En el camino encontramos a muchos escolares y tiendas muy monas donde tuve la tentación de comprar muchas cosas.

A continuación, nos dirigimos al centro de Kamakura para comer, no sin antes pararnos en la tienda oficial de Ghibli. ¡No pude evitar la tentación de comprar unas zapatillas de estar por casa y un colgante para el móvil! Lástima no poder llevarme el peluche de Jiji tamaño XXL... pero como mínimo me hice una foto con él.

A la hora de comer no sabíamos a que lugar ir, así que optamos por comer okonomiyaki y soba. Los dos platos estaban deliciosos, aunque... los soba estaban realmente picantes (Mai se pasó con la pimienta) y me resultó imposible seguir comiendo.

Así que para quitarnos el gusto picante de la boca, nos comimos unos dango: el mío de sakura y el de mi amiga de matcha. La verdad es que me parecieron muy monos, pero me daba un poco de cosa probarlos porque el dorayaki lo había probado y no me había gustado nada. Tenía miedo que volviese a pasar... ¡Pero nada de eso! Fue probarlos y engullir mi palo con 4 dangos. ¡Simplemente delicioso!

Después de comer, hemos decidido ir al santuario shintoista Tsurugaoka Hachiman-gū (鶴岡八幡宮), donde tenía muchas ganas de comprar un omamori y escribir mi deseo en una tableta de madera ema. Se supone que al hacer esto, los dioses escucharan mis plegarías y harán realidad mi deseo. ¡Espero que así sea! De todas maneras, yo me seguiré esforzando al máximo.