martes, 4 de agosto de 2009

Día en Kyôto (1)

Esta mañana nos hemos levantado a las 9.30, esperando nerviosas como transportar nuestras cacho-maletas llenas de cosas. Como la noche anterior ya lo teníamos casi todo preparado, ha sido fácil terminar de preparar las maletas.


Nuestra aventura ha empezado en la Estación de Shin-Imamiya de Ôsaka, donde hemos tenido que subir las escaleras del demonio. Hemos hecho trasbordo en Ôsaka, donde desde allí nos hemos dirigido a Kyôto. Yo pensaba que iba a estar más lejos, pero en menos de una hora ya estábamos en esta preciosa ciudad. ¡Me han venido muchos recuerdos al ver tantas cosas que recordaba!

De Kyôto hasta el hotel ha sido... ¡MORTAL! Llevar unas maletas que a medida que van avanzando los días va pesando cada vez más destroza las muñecas y la moral de una persona. Mi maleta ha engordado notablemente gracias a los libros que voy comprando (lo cual no es un alivio). Además, he tenido que llevar una bolsa extra con algunas cosas. ¡Así que ya nos veis a las dos caminando hacia el hotel con un dolor insufrible en todo el cuerpo! Yo estaba por ponerme a llorar pidiendo ayuda, pero he seguido con el camino para acabar con un dolor de muñeca izquierda insoportable. Tiemblo de pensar que posiblemente hagamos el camino de regreso igual (estábamos pensando en pillar un taxi...)

En el hotel hemos decidido por mutuo acuerdo no hacer nada hoy para centrarnos en lo que haríamos en Tôkyô. Esto nos ha llevado a la conclusión de que no tendríamos ni un día de descanso.


Pero para no hacer todo el día el vago en el hotel, hemos decidido ducharnos y dirigirnos hacia la Estación de Kyôto, donde hemos comido algo tarde. Después nos hemos dirigido al Gion Corner, donde hemos visto un poco de todo de forma muy rápida los siguientes espectáculos:

- Chado. La ceremonia del té.
- Koto. Tocar el arpa japonesa
- Kyomai. Una danza tradicional interpretada por una Maiko (aprendiz de Geisha)
- Ikebana. Arreglo floral
- Kyogen. Obra de teatro sobreactuada.
- Gakaku. Muestra de música que se tocaba en la corte imperial.
- Bunraku. Tradicional arte de las marionetas.

Ha sido realmente interesante (aunque algo caro, la verdad). En la salida nos hemos encontrado con gente de España con la que hemos estado un rato hablando (hasta que nos han regañado por hablar muy fuerte).
Además, para nuestra sorpresa, han salido dos maikos a las que les hacían fotografías. Jud ha aprovechado la ocasión y les ha hecho fotos. Y como los japoneses son tan educados, no nos han regañado y simplemente nos han mirado mal (cosa que nos ha dado igual).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por tu comentario! ^_^