Entrada editada:
Nuevamente, nos hemos vuelto a trasladar de Nagasaki hacia Ôsaka. El viaje ha sido relativamente rápido y hemos llegado sin problemas a la estación. Un señor nos ha ayudado con las maletas, mientras los demás nos miraban de forma descarada.
Una vez dejadas las maletas en el hotel, nos hemos dirigido hacia el Castillo de Ôsaka (Ôsaka-jô). Se caracteriza por ser uno de los castillos más famosos de Japón.
Por fuera se ve espectacular e impresionante, mientras que por dentro se ve todo restaurado y muy moderno (cosa que nos ha decepcionado un poco). Pero la vistas de la ciudad nos han encantado.
Una vez terminamos de visitar el castillo, nos dirigimos al parque público del Castillo de Ôsaka (Ôsaka-jô kôen), donde vimos diferentes paradas.
En una de ellas pudimos comer takoyaki. Nuestros deseos por comer este alimento da lugar al nombre de nuestro blog (Viaje por un takoyaki).
Mientras estábamos comiendo, se nos ha acercado un hombre muy simpático hablándonos en inglés (mientras nosotras contestábamos en japonés). Nos ha estado enseñando kanjis y se ha interesado por España, a la vez que nos hablaba sobre Ôsaka.
Una vez hemos vuelto al hotel, hemos decidido ir al Spa World, unos enormes onsen que se caracterizan por haber dos zonas: una europea y otra asiática. Cada mes van cambiando el sexo para usar los onsen, de tal forma que podremos disfrutar de los dos porque mañana volveremos.
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