Por segundo año (y de pura chiripa) vuelvo a la Escola Oficial d'Idiomes de Girona. No ha sido un camino de rosas el que me aceptaran, pero ha sido curioso. Para empezar, realicé la preinscripción con la esperanza de ser admitida en las clases de la mañana o la tarde. Se que entrar en la EOI es muy difícil, pero yo tenía esa esperanza. Pero la suerte no me acabó de dar la espalda: estaba en lista de espera. Estar en este puesto no implica tener plaza asegurada... y menos si eres el 115 de 120. Y más si ves que todos los que esperaban tener plaza lo consiguen y tu te quedas esperando (y rezando) a que alguien rechace esa plaza.
Y justo cuando todos terminan, pongo mi carita más inocente y deseando que la suerte me sonría... Surprise! ¡Hay una plaza libre! Fueron dos horas de decepción y esperanza y vuelta a la decepción algo desesperantes. La verdad es que iba hablando con mi novio y diciéndole "Hay mucha gente. Dudo que quede alguna plaza". Pero hubo muchas bajas y mucha gente de 1er curso (que no entiendo que pintaban ahí escuchando, pero bueno...).
¡El caso es que lo he conseguido otra vez! La putada será que el año que viene (cuando tenga que hacer 5o año si apruebo) me volveré a ir, perdiendo mi puesto. Pero no importa porque me esforzaré al máximo por mejorar mi inglés.
GO! GO! GO!
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