Iglesia de Salamanca CHEIL

Hoy he tenido la suerte y el honor de poder ir a una iglesia protestante coreana que se encuentra en Salamanca. Se llama Cheil y se encuentra en la calle Gómez Arias nº 4.

Desde hacía varios meses quería ir, pero no me veía capaz de ir yo sola. Así que hoy, después de hablar con MinHae, he decidido ir con mi amigo Ryoma. Así que esta mañana nos hemos levantado a las 10 y nos hemos dirigido al lugar.

La verdad es que he ido con un poco de miedo porque no sabía con lo que iba a encontrarme. Tenía claro que no era como una iglesia católica, pero no sabía que reacción iban a tener hacia nosotros al ir con las manos vacías (y eso que le pregunté a MinHae si hacía falta llevar algo). Lo que no esperaba era una cálida bienvenida por parte de la esposa del pastor. La mujer se encontraba cocinando para todos los que habían acudido a misa y salió para darnos un gran abrazo, cosa que me conmocionó.

Una vez entramos en la sala donde se celebraba la misa, me sorprendió ver la cantidad de jóvenes que se encontraban allí. Todos empezaron a cantar canciones relacionadas con el amor hacia Dios y Jesucristo. Aquello me conmovió porque sentía que había una gran conexión y un profundo sentimiento hacia sus creencias. Las canciones eran muy animadas y primero se hacían en coreano y después se repetían en castellano.

Acto seguido, el pastor Kim inició su charla evangelizadora. Al principio intenté prestar atención, pero el problema era que el pastor hablaba en coreano y en la pantalla de vez en cuando no se veía la traducción. Una lástima porque estos temas me interesan mucho y notaba la emoción con la que hablaba el pastor.

Después de un rato, volvieron a cantar de forma muy animada para dar por finalizada la misa, no sin antes darnos una bienvenida personal a Ryoma y a mí.

Entonces, nos dirigimos al comedor, donde juntamos mesas y sillas para comer todos reunidos. El problema para mí vino con la comida...

Excepto el arroz, TODO era picante. Han hecho un plato típico de Corea del Sur que he sido incapaz de comer por mi odio hacia lo picante. De todas maneras, lo he probado (mal, muy mal) y he comprobado que el picante y yo nunca vamos a ser amigos. Y que en Corea, si toda la comida es picante, tendré que ir a base de McDonald's...

A pesar de todo, me ha encantado estar hablando con MinHae y su amiga (que habla muy bien castellano). Incluso, me han puesto un nombre coreano del cual hablaré de él cuando me lo escriba MinHae y me diga que significa. Todas las personas del lugar han sido muy amables y atentos. En todo momento preguntaban porque yo no comía y les ha sabido muy mal que no pudiese comer picante. Incluso, me han invitado a ir la semana que viene a comer, prometiéndome que toda la comida no será picante. ¡Así que iré muy gustosamente!