Con motivo del 54º cumpleaños de mi madre, mi padre y yo decidimos prepararle una sorpresa: ¡Ir a ver a Los Morancos al Teatro Apolo de Barcelona! En un principio íbamos a llevarla engañada, diciéndole que iríamos a un bar de tapas. Pero como temíamos que la mujer estuviese toda la obra muerta de hambre, le confesamos la verdad. Tardó un poco en darse cuenta que le habíamos organizado una sorpresa (fue curioso enseñarle las entradas y decirle "¡Ostras! ¡Los Morancos actúan en Barcelona hoy!" y ella no darse cuenta).
Así que una vez llegamos a Barcelona y aparcamos en un buen lugar, nos dirigimos hacia el Teatro Apolo, donde había una larga cola. Para mi sorpresa, las entradas se agotaron y era el último espectáculo que haría en Barcelona. ¡Suerte que compré las entradas por Let's Bonus!
Una vez entramos dentro, nos hicimos una foto y nos sentamos en nuestros asientos. Les dije a mis padres que estaríamos tan cerca de Los Morancos que hasta les podríamos ver los mocos.
El espectáculo fue muy divertido, como todo lo que hacen Los Morancos. Para mi gusto, el que vi hace años me pareció mejor, ya que los gags no se alargaban tanto como en éste y habían más disfraces. De todas maneras, consiguieron su objetivo de sobras, que era dar momentos llenos de positivismo en un momento donde las desgracias están al día.
Una vez terminó el espectáculo sabía que tenía un objetivo claro: conseguir una foto con ellos. Como no había pensado en ello años atrás, estaba segura de que esa vez iba a conseguir mi objetivo. Y con toda nuestra buena voluntad, nos dirigimos hacia donde iban a salir ellos, encontrándonos con una veintena de persona. Así que, después de esperar un rato, nos hicimos una foto con ellos. ¡Mi madre no se lo creía! ¡Fueron tan educados y atentos!
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