Copiando la idea de Alba, me dispongo a hablar de mi habitación en Salamanca. A pesar de haberle dado mi toque personal, no paso mucho tiempo allí porque siempre estoy en el comedor. De todas maneras, me siento muy cómoda y siento que forma parte de mi rincón personal (siempre es cómodo tener un sitio en el cual encerrarse).
La habitación. Se trata de una cama individual muy sencilla. Traje de mi casa la funda nórdica y el nórdico, a pesar de que me dijeron que no era necesario. De todas maneras, escogí traerlo porque me gusta usar mis cosas (no pude traerme, a mi pesar, el colchón de mi casa). A los pies de la cama se encuentra un enorme armario (recuerdo que mi compañera de piso se disculpó porque era muy pequeña... seguramente no tenía ni idea de que el armario de mi habitación era la mitad...). Encima de la cama se encuentran tres cuadros de dibujos de niñas con kimonos que me regalaron para mi cumpleaños Xevi y Anna. ¡Me encantan! Es uno de los pequeños detalles que hacen de mi habitación un lugar muy especial.
En la mesita de noche tengo puesta una lámpara (para encender la luz tengo que levantarme...), pañuelos, pastillas, mi libro de La sèrie de la teva vida (Marc Zanni y Joan Sanz), mi ebook y el peluche de Angry Birds que consiguió Gabi en las ferias de Girona. También tengo un calendario de un restaurante chino que trajo mi compañera de piso.
En la puerta tengo dos colgadores donde pongo los cuatro bolsos que tengo (uno de Tous que compramos mi madre y yo cuando aprobé la teoría del carné de coche, uno beige que me regaló mi amiga Ivet, uno negro y uno azul marino). En el otro colgador tengo la bufanda, el gorro y las orejeras. Además, en la puerta tengo un colgante para el móvil que compré en el Salón del Manga del año pasado.
En el escritorio siempre lo tengo cargado de papeles y tonterías varias, hasta que el otro día decidí ponerlo en carpetas (las que están al lado de la impresora) y ordenar un poco. Está la televisión (la cual traje desde Girona), una caja con las cremas que me han dado los distintos dermatólogos, la caja con los apuntes del 4º semestre de la UOC y la impresora. Sobre la caja con las cremas hay dos postales que me regalaron mis compañeras de clase. Y sobre la impresora hay los dos relojes de arena de Nima (el que traje para mi y el de Carlos) y una fotografía de mis dos gatos. Detrás hay un calendario que compré en Roma con los principales lugares turísticos... acompañados de gatos.
Además, encima de la silla está (de pura casualidad, lo juro) el jersey que compré en Salamanca.
Encima de la mesa tengo una pequeña estantería llena de objetos muy importantes para mi. He colocado algunos libros en catalán (importante para no olvidar el idioma), unas fotografías que nos hicieron a mi hermano y a mi cuando eramos pequeños), el papel de cena de despedida para los compañeros de la pizzería, un sobre japonés para matrimonio (lo compré en un evento japonés y es precioso), mi gorra del Final Fantasy VIII, el collar-reloj que compré en Candem (Londres), dos kimmidols que compré con Ari, los perfumes Noa y Noa Perle, 3 fotografías donde salgo en cada una de ellas con Ari, Miya y Jud, una libreta, una caja de toppo de chocolate y un omamori del Ninnaji que me trajo Jud de Japón y una postal que me mandó Sti. Además, antes de venir a Salamanca, Ivet me regaló un cuadro con fotos nuestras.
Y, por último, en la estantería que se encuentra al lado de la mesa hay varios estantes.
En el primero y de más arriba tengo el reloj de Kutushita Nyanko que compré en Japón, el pack de la serie de Polseres Vermelles que compré en el día sin IVA de Media Markt y una caja que daban con la edición especial del dvd de Crepúsculo. En esta caja guardo todos los papeles y sobres para escribir cartas.
En el segundo estante tengo colocado todos mis libros de estudio de japonés (Minna no nihongo, Japonés para hispanohablantes y libros de kanjis). Además, tarjetas personales para estudiar japonés y dos libretas.
En el tercer estante tengo varios libros: libros sobre Japón, sobre mis Ainu y los libros que compré en la feria municipal de Salamanca.
Y, finalmente, debajo tengo el hueco para los zapatos y las botas. El problema es que poco a poco me voy quedando sin espacio, pero como última opción tengo ponerlo todo debajo de la cama de forma ordenada.
¿Verdad que es una habitación muy bonita? ¡Me encanta mi pequeño espacio! Quizás parece un poco pequeña, pero mi habitación (de casa de mis padres) es más pequeña (la mitad)
3 comentarios:
Que habitación más bonita <3 se ve muy acogedora con todos los pequeños detalles que le has puesto para recordar a tus seres queridos :)
Es pequeña, pero bien distribuida y ordenada <3
Que ilu que tengas la foto del Titanic! Yo tmb la tengo a la vista en la habitación-estudio ^^
Muy bonita habitación! La mia también es pequeña pero muy bién distribuida
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