A mi llegada de Japón, me encontré con que Merlín estaba nuevamente enfermo. La cosa se puso más grave de lo previsto, donde la medicina que le habían dado la vez anterior, no ayudó a que mejorase. Pero como al final empezó a encontrarse mejor, mis padres y yo decidimos irnos a Andalucía unos días.
¡El viaje fue estupendo! Me pareció maravilloso viajar sin tener que preocuparme del dinero, ya que lo pagaban todo mis padres, lavar la ropa, de lo que quería comer o no (ya que mis padres eran los que sabían y escogían), buscar los lugares que queríamos visitar... ¡Ha sido genial poder relajarse!
Nuestros destinos fueron: Granada, Guadix (donde dormimos en unas cuevas), Jerez de la Frontera, Málaga, Córdoba, Sevilla...
Uno de los lugares que más me gusto, fue las Bodegas de Tío Pepe en Jerez de la Frontera, donde compré un recuerdo para mis suegros. Mis padres me comentaron que en su anterior visita habían visto muchos ratones rondando por allí (que resulta que es una de las atracciones turísticas). Pero esta vez no había debido a que hacía mucha calor. Una lástima porque me hacía mucha ilusión verlo.
Y lo que más me impresionó de mi visita fue el Balcón del Coño, situado en Ronda (un pueblo de Málaga precioso). Este nombre tan curioso viene por la espectacular vista al asomarte, donde la gente exclama sorprendido un: ¡coño! (lo confieso, yo lo hice por la admiración que me causó).
Pero la peor sorpresa vino al subirnos al avión, cuando un azafato le dijo a mi madre: "Disculpe, pero los menores de edad deben ir acompañados". Mis padres empezaron a reírse y yo no pude evitar decir con un sollozo: "¡Pero si tengo 24 años!".
¡El viaje fue estupendo! Me pareció maravilloso viajar sin tener que preocuparme del dinero, ya que lo pagaban todo mis padres, lavar la ropa, de lo que quería comer o no (ya que mis padres eran los que sabían y escogían), buscar los lugares que queríamos visitar... ¡Ha sido genial poder relajarse!
Uno de los lugares que más me gusto, fue las Bodegas de Tío Pepe en Jerez de la Frontera, donde compré un recuerdo para mis suegros. Mis padres me comentaron que en su anterior visita habían visto muchos ratones rondando por allí (que resulta que es una de las atracciones turísticas). Pero esta vez no había debido a que hacía mucha calor. Una lástima porque me hacía mucha ilusión verlo.
Y lo que más me impresionó de mi visita fue el Balcón del Coño, situado en Ronda (un pueblo de Málaga precioso). Este nombre tan curioso viene por la espectacular vista al asomarte, donde la gente exclama sorprendido un: ¡coño! (lo confieso, yo lo hice por la admiración que me causó).
Pero la peor sorpresa vino al subirnos al avión, cuando un azafato le dijo a mi madre: "Disculpe, pero los menores de edad deben ir acompañados". Mis padres empezaron a reírse y yo no pude evitar decir con un sollozo: "¡Pero si tengo 24 años!".
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