Disculpad si últimamente no escribo mucho, pero es que entre el estrés por terminar deberes de la universidad y la EOI, buscar trabajo y la poca inspiración que tengo no me han animado a publicar posts en el blog. Esto se debe a que no me ocurre nada interesante. Me gustaría hacer reseñas sobre mangas y dramas, pero... Es lo que digo, no tengo muchas ganas.
Pero hoy voy a hablar sobre un fenómeno que me ocurre en los momentos donde estoy más nerviosa. Por si mi dermatitis atópica no fuese suficiente desgracia, sufro de sonidos estomacales. No solo me ocurre cuando tengo hambre, sino que después de comer, gracias a los nervios, mi estómago hace de las suyas. El ruido no es nada discreto y lo paso realmente mal cuando estoy en un entorno donde reina el silencio. Normalmente esto ocurre cuando tengo una exposición (no hay problema) o un examen (...).
Según he leído en esta página: Los borborigmos son esos ruiditos que provienen del estómago y que suelen en algunas ocasiones ser embarazosos debido al ruido que provocan. Estos ruiditos intestinales se producen debido al movimiento de los gases sometidos a la presión de los intestinos cuando estos están empujando los alimentos. Estos sonidos se hacen una especie de “eco” debido a que los intestinos, al ser huecos, provocan dicha resonancia, muy similar a las tuberías del agua. Os recomiendo que leáis todo el artículo, ya que tiene consejos para evitar ruidos estomacales.
El caso es que cuando esto me ocurre siempre digo que tengo un Alien en mi estómago. Intento tomármelo con humor, pero os prometo que me da muchísima vergüenza que suene. Sin ir más lejos, hace unas semanas hice un examen y no paraba de sonar. Intenté ponerme de muchas posturas (sobretodo presionando con mi brazo el estómago), pero continuaba haciendo ruido. ¡Horrible! ¡Que vergüenza pasé!
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